jueves, 29 de enero de 2009

"Nâzim Hikmet en Español"

Pese a que Nâzim Hikmet, como muchos autores de su generación, siguió emocionadamente los avatares de la defensa de la República española frente al alzamiento militar, episodio al que dedicó el hermoso poema "Nieva en la noche", cuarta entrega de "Viaje a Barcelona en el barco del infortunado Yusuf", publicada el 1 de enero de 1938, y que, años después, en 1962, al tener noticia desde Moscú de las huelgas mineras en Asturias, escri­bió "España", un emocionado poema en que rememora desde la distancia de sus sesenta años, su perdida juven­tud, identificada con la caída de la República en 1939, la recepción de su obra en nuestro país fue relativamente tardía y se debió, sobre todo, a la fecunda labor de un personaje extraordinario, Solimán Salom, ciudadano turco de origen sefardí afincado en España, donde, en solitario, llevó a cabo una inmensa labor cultural que solo a duras penas sacaba adelante, a fuerza de robar tiempo y atención a su ferretería de la calle Ríos Rosas de Madrid, que le procuraba el sustento cotidiano. La poeta Clara Janés, que vive muy cerca de donde Solimán Salom tenía su negocio, cuenta cómo éste había empla­zado su máquina de escribir en un recoveco detrás del mostrador y no dudaba en despedir con un "vuelva usted más tarde, ¿no ve que estoy ocupado?" al inoportuno que venía a interrumpirle por unos clavos o un picaporte mientras él se afanaba en su extraordinaria versión de Leila y Mecnun o en su no menos importante biografía de Nâzim Hikmet, la primera biografía rigurosa publi­cada sobre el poeta (Nazim Hikmet, Madrid, EPESA, colección "grandes escritores contemporáneos", nº 38, 1970). Este hombre de excepcional cultura, que domina­ba a la perfección el turco, el francés y el español, escri­bía su poesía en francés y español: su primer poemario, Brumes et Soleils, publicado en 1938, cuando aún no había cumplido diecisiete años, en la editorial Tsituris de Estambul, fue seguido de Poèmes (Estambul, 1946), Mon petit fou, (París, 1950), España, escrito ya en espa­ñol e impreso en Madrid en 1955, La roca desnuda (Madrid, 1958), A las puertas del mundo (Madrid, 1963) y El sembrador de tristeza (Madrid, 1970). Pero quizá el aspecto que más interés guarda hoy para nosotros sea su ejemplar trabajo de traductor, desde la citada versión de Leila y Mecnun, precedida de un riguroso estudio intro­ductorio (Madrid, Editora Nacional, 1970), la antología que con el título Poetas turcos contemporáneos publicó en la prestigiosa colección Adonais en 1959, o su selección de Poemas de Yunus Emre (Madrid, Instituto de Estudios Orientales y Africanos, 1974), hasta la Antología de poemas de Nâzim Hikmet (Madrid, Visor, 1970), obra que dio a conocer en España al gran poeta turco, pues, si exceptuamos Duro oficio el exilio, publicado en Barcelona por Batlló en 1976, retomando la versión que el escritor argentino Alfredo Varela había preparado a partir de la traducción francesa en 1959, y un libro publicado en vasco en San Sebastián en 1971 por la editorial Lur (Lau Gartzelak), hay que esperar a 1989 para ver renacer en España el interés por la obra del poeta turco. Ese año ediciones del oriente y del medi­terráneo publicó un álbum ilustrado por Malok del cuen­to La nube enamorada, y aún hubo que aguardar hasta el año 2000 para que esta misma editorial publicara, en edición bilingüe, el primer volumen de sus Últimos poe­mas, que recoge los de los años 1959, 1960 y 1961. En este año de su centenario, la colección El Bardo tiene previsto reeditar Duro oficio el exilio, en la versión de Alfredo Varela, y ediciones del oriente y del mediterrá­neo publicará en el otoño el segundo volumen de los Últi­mos poemas, que recoge los escritos en 1962 y 1963, y la edición íntegra de Paisajes humanos de mi país. Mientras que en España la suerte de la poesía de Nâzim Hikmet estuvo muy mediatizada, como en su propio país, por la carencia de libertades, en Hispanoamérica comenzó a ser conocida mucho antes, casi a la par que en Francia, donde ya en 1951 había aparecido una antolo­gía poética (Poèmes choisis, París, Editeurs Français Réunis): en 1953 la editorial bonaerense Lautaro publi­có Poemas y, en 1959, Duro oficio el exilio (el traductor, Alfredo Varela, trabajó a partir de la versión francesa, pero contando con la opinión del autor, a quien dedicó un interesante prólogo en el que prestaba especial atención a su poética, a partir de las conversaciones que con él mantuvo sobre su obra), edición retomada en 1975 por el Instituto Cubano del Libro; en 1961, con ocasión de la visita de Nâzim Hikmet a La Habana, la librería La Tertulia publicó La miel de la esperanza y otros poemas precedidos de un mensaje a los poetas; y, en 1964, Ariadna publicó en Buenos Aires Leyenda de amor, pieza en tres actos y cinco cuadros. Al interés por la obra del autor turco en Hispanoamérica contribuyó sobremanera la amistad que llegó a establecer con escritores como Pablo Neruda o Nicolás Guillén, que compartieron con Hikmet tribunas y actos multitudinarios con ocasión del movimiento por la paz y el desarme, impulsado por Moscú en aquellos años de guerra fría.
Así, quien visite la Biblioteca Nacional José Martí de La Habana tendrá la oportunidad de consultar hasta dieciséis títulos de Nâzim Hikmet, en francés, inglés, italiano y español, abundancia que contrasta con los escasos cinco títulos con que cuenta la Biblioteca Nacional de Madrid. Sin embargo, estos últimos años la obra de Hikmet se ha resentido quizá de los nuevos vien­tos políticos que barren el continente americano y única­mente he tenido noticia de publicaciones episódicas, como
Sélime, hijo de Chabane y su libro, un breve extrac­to de Paisajes humanos de mi país que Jorge Lobillo tra­dujo de la versión francesa para Cuadernos del Baluarte (Veracruz, 1995).
Quien desee conocer más sobre la relación de Nâzim Hikmet con Neruda y Nicolás Guillén puede consultar mi artículo "Nâzim Hikmet et le monde hispanique", en el número que, con motivo de su centenario, acaba de dedicarle la revista
Europe (París, junio-julio de 2002, nº 878-879, p. 120-131).
Fernando García Burillo
Cervantes, Estambul, septiembre 2002, nº 4, pp. 6-7.

3 comentarios:

  1. ¿ Sería posible conocer la letra del poema 3nieva en la noche ? Gracias

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  2. Alguien nos daría el placer de compartir, por favor: "llueve en mí una lluvia de verano..."? Gracias!

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    Respuestas
    1. LLUVIA DE VERANO

      Llovía dentro de mí una lluvia de verano
      gruesos granos de uva aplastados en mis cristales
      los ojos de mis hojas se enturbiaron

      Llovía dentro de mí una lluvia de verano
      de mis tejados volaban palomas de plata
      mi tierra corría con los pies descalzos

      Llovía dentro de mí una lluvia de verano
      mojadas sus blancas piernas
      una mujer saltó a mi tranvía

      Llovía dentro de mí una lluvia de verano
      que no refrescaba mi tristeza

      Llovía dentro de mí una lluvia de verano
      comenzaba de repente de repente se calmaba
      el calor se instala donde siempre
      sobre las oxidadas e inservibles vías férreas

      4 de agosto de 1960

      [en Últimos poemas I. 1959-1960-1961, traducción de Fernando García Burillo (Madrid, 2000)]

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